domingo, 11 de agosto de 2024

Reflexiones para el debate


En las elecciones del 28 de julio de 2024, se evidenciaron lecciones significativas que merecen una profunda reflexión. A pesar del triunfo contundente de las fuerzas revolucionarias lideradas por el Presidente Nicolás Maduro Moros, la alta tasa de abstención, que alcanzó el 41%, pudo haber sido adversa si hubiese sido captada por la oposición, lo que plantea interrogantes que no pueden pasarse por alto.

En este sentido es importante por parte de los equipos políticos en cada nivel de la militancia abordar de manera franca temas como:

A) Asistencialismo sin carga ideologica, 
B) Utilizacion de signos y simbolos que no representan o definen a la revolucion.
C) Desuso de terminos y conceptos propios de la revolución como por ejemplo: lucha de clases entre otros.
D) Juventud, redes sociales y guerra cibernetica

En este artículo nos enfocaremos exclusivamente en el tema del asistencialismo. En futuros artículos abordaremos los demás temas propuestos.

El asistencialismo es una práctica o enfoque dentro de la política y la economía que se basa en ofrecer ayuda directa y a menudo gratuita a individuos o grupos en situación de necesidad, con el fin de mejorar su bienestar inmediato. Este tipo de ayuda puede venir en forma de subsidios, alimentos, vivienda, atención médica, entre otros.

El objetivo principal del asistencialismo es aliviar situaciones de pobreza o emergencia, proporcionando apoyo rápido y directo a aquellos que lo necesitan

En este sentido es esencial entender que el asistencialismo, aunque pueda ser utilizado como una herramienta política, no debe ser equiparado al acto de votar. La entrega de beneficios, por sí sola, NO garantiza el respaldo electoral.

El 29 de julio se hizo evidente que algunas personas beneficiadas por la Gran Misión Vivienda Venezuela, tanto hombres como mujeres anteriormente sin hogar, protestaban contra el presidente Nicolás Maduro y su gobierno.

De manera similar, en diferentes comunidades observamos con asombro que vecinos que habían recibido asistencia médica o mejoras en sus entornos pocos días antes de las elecciones se manifestaban en contra del gobierno que incrementó su calidad de vida.

El asistencialismo adquiere verdadero significado cuando se sustenta en una sólida base ideológica que nos permita entablar un diálogo persuasivo con nuestros conciudadanos, convenciéndolos con argumentos sólidos sobre la relevancia y el propósito de las ayudas que reciben, que es solo en revolución con todas las dificultades impuestas por el bloqueo económico.

En este contexto, es fundamental reflexionar sobre cómo el asistencialismo puede ser empleado de manera efectiva para fortalecer el vínculo entre el gobierno y la población. No debe verse únicamente como un medio para brindar apoyo material, sino también como una herramienta para fomentar una participación activa y consciente en la vida política y social del país. El asistencialismo debe ser un puente que no solo resuelva necesidades inmediatas, sino que también empodere a los ciudadanos, proporcionándoles herramientas y conocimientos para mejorar su situación a largo plazo.

El desafío radica en comunicar las realidades de la revolución: las grandes luchas y esfuerzos realizados para garantizar y mantener la calidad de vida de los venezolanos sin ceder en principios ni en soberanía. Es esencial crear un discurso que haga visible el trasfondo de cada política de asistencia, destacando los logros y los sacrificios necesarios para alcanzarlos. Esto incluye educar a la población sobre por qué se implementan ciertas medidas y cómo estas contribuyen al bienestar general.

Además, es crucial transformar nuestra economía capitalista en una economía basada en el modelo socialista. Esto no significa simplemente cambiar la estructura económica superficialmente, sino también cultivar una mentalidad colectiva que valore la equidad, la justicia social, y la solidaridad por encima del lucro individual. En la práctica, esto podría incluir el fortalecimiento de empresas de propiedad social, cooperativas y otras formas de organización económica que prioricen el bienestar común.

Asimismo, es importante desarrollar programas de formación y educación que ayuden a los ciudadanos a entender y participar en este nuevo modelo económico. Esto incluye desde talleres y conferencias hasta la incorporación de contenidos sobre economía socialista en los sistemas educativos. La meta es que cada ciudadano no solo sea un beneficiario pasivo de las políticas, sino un agente activo de cambio dentro de la sociedad.

Finalmente, la transparencia y la rendición de cuentas son esenciales para construir confianza y credibilidad. Informar constantemente a la población sobre la implementación y el impacto de las políticas asistenciales no solo fortalece el vínculo entre gobierno y ciudadanos, sino que también fomenta un sentido de responsabilidad compartida. Solo a través de un esfuerzo conjunto y coordinado podremos construir una sociedad más justa y equitativa, alineada con los principios del socialismo.

Chávez vive en el pueblo organizado.
Alexander Quiroz